Democracia Orgánica

bandera del águilaOTRA DEMOCRACIA ES POSIBLE

La Democracia Orgánica de VOLVEMOS

El sistema partitocrático tiene como objetivo necesario PARTIR al Pueblo en facciones contrapuestas y enfrentadas en la pugna electoral.  Asimismo genera una CASTA política y un APARATO institucional para sostenerse, con fondos públicos de difícil control (a menudo de origen foráneo) y con un gran potencial de corrupción social y política.  El sistema de partidos se basa en el control de los medios de comunicación y de la voluntad popular, usando para ello la manipulación y el juego sucio, pues consideran que “en la guerra y el amor,  todo está permitido”,  y para ellos la vida pública es un mero campo de batalla política, y los ciudadanos, peones que hay que reclutar para su bando. Así, los partidos políticos se convierten en pseudo-ejércitos, y la vida pública en un campo de batalla, en la que los generales se mantienen por encima de la tropa, gozando de sus privilegios, para los que luchan sus “soldados”.

Esta dinámica  se ha descrito por un insigne politólogo1 como un proceso de vértigo, propio de los mecanismos de  manipulación, que genera comportamientos adictivos.  Por él se crea una especie de adicción al agente atractor, que actúa como una droga, usando promesas ilusorias de remediar una carencia vital, a menudo creada por ellos mismos, siguiendo la vieja estrategia de “problema-reacción-solución” descrita por David Eycke.

Así los partidos se convierten en sectas, por medio de la subyugación colectiva, y sus votantes en adeptos, que entregan su adhesión incondicional al Partido, como si de una consagración se tratara, al nuevo ídolo político, unos impulsados por el odio (irracional y artificial), y otros por el miedo a tales agresores.   Son las nuevas “iglesias” laicas, y su ideología, los nuevos dogmas ateos. Por eso Franco los repudiaba y prohibía 2, y así liberó a España de su yugo durante 40 años de PAZ política y social.

Por ello, VOLVEMOS propugna su eliminación, y su sustitución por un sistema participativo basado, no en ideologías manipuladoras y disgregadoras, sino en PROYECTOS o PROGRAMAS liderados por CIUDADANOS  con nombre y apellidos. El gobierno sería del Pueblo para el Pueblo, eligiendo a los mejor capacitados para resolver  los problemas sociales y económicos, por medio de una competitividad  limpia y veraz. Cada cierto tiempo se presentarían electoralmente plataformas  ciudadanas, (en listas abiertas, claro) con programas tanto municipales como nacionales, que se anunciarían al público por medio de un canal específico de RTVE donde darían a conocer durante todo el año sus programas y la evolución de su cumplimiento.  Estas plataformas NO RECIBIRÍAN DINERO PÚBLICO para sus campañas, pues estarían basadas en el boca a boca por su prestigio personal y colectivo y en la viabilidad  de su programa.  El Estado se limitaría a proporcionarles un medio de comunicación público y VERDADERAMENTE objetivo y plural.

El sistema de contabilización de votos sería equitativo y proporcional, eliminando la Ley d’Hont.

Otra democracia ES POSIBLE.  Es posible vivir sin las castas opresoras y manipuladoras de los partidos políticos  VOLVEMOS para ello.

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1 D. Alfonso López-Quintás, catedrático emérito de la UDCM y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas

2 Franco y los partidos políticos

ABRE LOS OJOS

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4 comentarios en “Democracia Orgánica

  1. LA DECADENCIA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS.

    Muchos achacan los males de España a uno u otro partido político. El sistema de competencia política que conocemos se está viendo afectado por el mal hacer de unos que han hartado a la sociedad y el peor querer hacer de otros que ofrecen fórmulas sin experiencia o que ya han causado ruina y miseria, aprovechándose de la decepción y la desesperación de la gente.

    En el recorrido de nuestra democracia NINGÚN partido político gobernante ha demostrado estar a la altura de la ciudadanía a la que ha dicho representar. Al contrario, ha quedado demostrado que los intereses partidistas han sido los intereses personales de los que han obtenido poder y de sus círculos de interés, legislando a favor de ideologías, y no de las personas.

    Se ha legislado CONTRA la ciudadanía, recortando derechos e incrementando exageradamente tributos y burocracia. Se ha alimentado un aparato administrativo que ha engordado en favor de los «amigos» y «afines» pero a costa de los españoles, empujando cada vez más un sistema tributario que ya no es abusivo sino explotador, y que además complica al ciudadano, divide a las regiones e imposibilita el esfuerzo común por el progreso.

    Nuestro problema no es que el «sistema» esté gobernado por unos u otros partidos políticos. NUESTRO PROBLEMA ES QUE TENEMOS UNA DEMOCRACIA BASADA EN LOS PARTIDOS, Y NO EN LAS PERSONAS.

    Y esto, ni pueden ni quieren cambiarlo los partidos.

    UNA DEMOCRACIA DE LAS PERSONAS ES POSIBLE. Donde todos tengan voz y participen en las decisiones y donde todo esté bajo el control del conjunto de los ciudadanos, y no en las manos de grupos de poder (partidos, sindicatos, patronales, bancos) que solo velan por sus intereses.

    Este tipo de democracia, basada en la DEMOCRACIA ORGÁNICA, es posible.

    Tenemos nuestra mente cerrada en el sistema partidista actual manteniendo la esperanza de que algún día llegará el «partido salvador» que nos dé la solución universal a todos nuestros problemas. Y eso no va a suceder nunca. Los únicos partidos que nos pueden salvar son los que den los pasos necesarios dentro del marco legal actual para cambiar, no ya la constitución, sino todo el sistema democrático en sí.

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  2. Por un Sindicato Vertical de Productores con Representación corporativs en el Estado. Es lo que necesitamos los productores asalariados y los productores propietarios de los medios de producción.

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