NUESTRO ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
En el día de ayer un juez JUSTO ha paralizado la licencia de obras para la exhumación del Caudillo. Uno entre 17, porque todas esas fueron las demandas que se cursaron en diversos juzgados contra esa «obra menor» de levantar una losa de dos toneladas en un monumento del patrimonio nacional… y ¡en tres horas! como presumía el gobierno. Una enorme chapuza, evidentemente, la que pretendían hacer, en la que posiblemente habrían causado daños mayores a la estructura de la Basílica, pues debajo de la tumba pasan las canalizaciones de gas y agua, etc. Pero eso no les importa en absoluto, sino que al contrario, tal vez fuera su objetivo colateral, pues desde tiempos de Zapatero está prohibido POR LEY restaurar los desperfectos del Valle de los Caídos y se caen las techumbres de los soportales de la abadía sin que a Patrimonio le importe un bledo… amén de las numerosas goteras de la Basílica. Más aún, está prohibido por esa misma ley hacer obras en el Valle, lo cual debería haber invalidado por sí mismo la pretensión de exhumación, pero a esta gente la ley les trae sin cuidado, ¡incluso la suya propia! Y nos preguntamos entonces: ¿a dónde va todo el dinero que se recauda en el Valle?? Si niegan su parte a sus propietarios, los monjes. Pues a nadie se le escapa cómo Patrimonio ha hecho caja desde que se anunció la exhumación de Franco.
Pero a Dios gracias (y a la intercesión de Franco) queda algún juez justo y valiente, al que ya están señalando y denostando los de la alerta antifascista y sus palmeros mediáticos. Acusan al juez de parcialidad y politización ¡como si los jueces de izquierdas no estuvieran politizados! Y hasta le acusan de prevaricación, lo cual constituiría probablemente un delito de denuncia falsa y calumnia a un juez, amén de otras acusaciones extemporáneas y absurdas que no hacen más que realzar su profesionalidad y sentido común. Hasta el mismo gobierno alega indefensión e insinúa que hará oídos sordos a la orden judicial y que espera que el juez cambie su auto..… ¡ese es el respeto que tienen a la Justicia cuando no obedece a sus dictados! Como el que tienen a la propiedad privada, entrando en la Basílica a preparar la exhumación sin conocimiento ni permiso del propietario del lugar, el prior. ¡Más propio de fascinerosos que del gobierno de una nación!
En fin, un nuevo esperpento de esta izquierda que no sabe perder, y quien no sabe perder no es apto para jugar… al juego democrático.
ENTREVISTA AL ABOGADO DE LOS DEMANDANTES